Bienes históricos y artísticos

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  • Lienzo: San Vicente Ferrer

    Gran lienzo en formato vertical, financiado por el generoso testamento del obispo don José Flórez Osorio, El santo levantino tenía fama de curaciones milagrosas ante enfermedades de difícil sanación, como de diversas enfermedades físicas y mentales, como ceguera, parálisis, lepra, sordera... pero entre su haber figura también la resurrección de un muerto, gracias a su oración que favoreció la intercesión divina. Es el milagro corporal más extraordinario que puede hacerse, y en el haber de san Vicente obran unos cuantos, al decir del proceso de beatificación. El caso que nos ocupa delinea una iconografía poco habitual. Dividido compositivamente en dos el lienzo en dos partes casi iguales en sentido transversal por un nubaje que señala el plano terrenal y el celestial, se ve arriba al santo dominico alado en la gloria de Dios rodeado de las cohortes angélicas. Dos ángeles sostienen una filacteria inscrita con una frase atribuida al valenciano: "TIMETE DEVM ET DATE ILLI HONOREM [quia venit hora judicii eius]" (Temed a Dios y dadle honor, porque la hora del Juicio [Final] se acerca). Un angelito, a los pies del dominico, porta un libro abierto donde se lee: "BIBLIA SACRA". Por la intercesión vicentina se ha obrado el milagro de la resurrección de una mujer, que se yergue todavía con el sudario del féretro abierto señalando al santo. Una multitud de autoridades (parecen los regidores de una ciudad, hidalgos...) con velas encendidas asiste a la maravilla. Muchos de ellos visten alba blanca sobre los ropajes negros. Al otro lado de la escena, un nutrido grupo de tullidos de variada condición asisten también al hecho milagroso, esperando que la misericordia del santo se ocupe de ellos. Es interesante señalar que el suceso terrenal ocurre en ambiente urbano, el que fue tan propicio para la expansión de las doctrinas vicentinas. En el intradós de la clave del arco-hornacina que cobija el lienzo campea la cruz dominica.
  • Retablo de San Vicente Ferrer

    Retablo de factura neoclásica compuesto de basamento con mesa de altar, banco y un único cuerpo con coronación ornamental. Las dos primeras estructuras son sumamente sencillas, reducidas a elementos funcionales y carentes de decoración más allá de recuadros y algún motivos geométrico. Ambas partes se jaspearon en tonos grises y marrones para imitar mármoles y otras piedras. En el centro del banco se abrió una pequeña hornacina en arco de medio punto en la que debió de ir una pequeña cruz de altar, aunque hoy permanece vacía. Por lo que respecta al cuerpo del retablo va flanqueado por pilastras cajeadas y dos columnas de capitel compuesto. Esta superposición de elementos sustentantes aporta un cierto dinamismo, también presente en el banco, al sobresalir los netos y la hornacina y remeterse el resto. En el centro de cuerpo un gran lienzo de remate semicircular que obliga al retablo adaptar a esa forma su cierre. Por último, sobre el conjunto sendos adornos fitomorfos y un resplandor celestial en el centro.
  • Batalla de Lepanto

    Cuadro de la Batalla de Lepanto (1571). A la derecha se ve la batalla entre la armada cristiana y la turca recogida con todo detalle (tipo de naves, técnicas de abordaje, banderines con iconografía...), a la izquierda Pio V rezando delante de un crucifijo un ángel le toca la cabeza y le anuncia la victoria. Tras él, en un fondo visible a través de la ventana se ven las procesiones que se hacían en la ciudad. En el cielo aparición de la Virgen del Rosario, cuya imagen domina toda la composición. Bajo el pontífice una larga inscripción que narra el contenido del lienzo.
  • Libro: Missale Romanum

    Tiene grabados. Unos, anónimos. Entre ellos, el Cristo de Velázquez, grabado por Luis Neseret
  • Libro manuscrito: Cantoral

    Encuadernación en cuero con gofrados sobre gruesa tabla. Tiene cierres metálicos y un bullón central.
  • Espejo 6

    Espejo de forma rectangular con amplio marco de idéntica forma pero con expansiones u orejetas en sus esquinas. Lo más interesante del conjunto es el marco en el que se combinan el color azul de fondo sobre el que se sobreponen fragmentos de espejo recortados de múltiples formas. Donados por Felipe V a la basílica.