Bienes históricos y artísticos

Conjunto de fichas

Fichas

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  • Pareja de hacheros

    Mueble funcional de madera de chopo para colocar hachas. Se componen de dos pies, dos vástagos laterales y dos travesaños lisos. En los pies muestran un tipo de decoración similar a la del catafalco del templo, con el que quizá hicieran juego, formando parte de los mismos actos litúrgicos.
  • Andas de difuntos

    Estas parihuelas de madera pertenecieron a la cofradía de las Ánimas de Lombillo. Son un artilugio sencillo, compuesto de una cama rectangular con travesaños y tablas perpendiculares, cuatro varales y otras tantas patas para apoyarla en el suelo. Se mantienen aún los correajes originales de cuero, o una cenefa ondulante de hierro en la parte superior, donde se dispondría el difunto. Es un elemento puramente funcional por lo que llama la atención el detalle labrado de su frente, una especie de guirnalda con motivos textiles y vegetales. En su contorno se recoge una inscripción con letras de molde blancas sobre el fondo negro del mueble.
  • Cajonera

    Mueble para guardar ornamentos y vestiduras litúrgicas. En este caso se trata de un sencillo modelo compuesto por tres grandes cajones que ocupan toda la superficie. Los cajones van recercados con una moldura rectangular y muestran en su frente una pareja de aldabas de forja con una venera en su frente. De la estricta funcionalidad del modelo se escapan tan sólo los paneles laterales, divididos en cuatro cuartones tallados con una especie de telas plegadas, muy habituales en el mobiliario de carácter popular del siglo XIX.
  • Dios Padre

    Busto del Padre Eterno dispuesto en el ático del retablo mayor. Viste túnica y manto azulado que cruza el cuerpo desde el hombro derecho. Su rostro, de anciano venerable, va caracterizado por una barba grisácea y una cabellera de idéntico color y marcadas entradas. Sus facciones, redondeadas, de ojos saltones y rostro inexpresivo parecen típicas del maestro que talló la imaginería del retablo. En su mano izquierda porta el orbe, mientras con la derecha se muestra en actitud de bendecir.
  • Ánimas del Purgatorio

    Relieve de forma octogonal que incide en la iconografía de las Benditas Ánimas del Purgatorio ya recurrente en este templo (cuadro de ánimas, insignia, limosnera...). La mitad inferior del tablero se llena con tres personajes que asoman entre las llamas. Mientras de la mitad superior descienden del cielo dos ángeles que intentar rescatar a los anteriores. Su ejecución resulta bastante floja, a lo que no ayuda el mal estado de su policromía.
  • Santo Obispo ¿San Julián?

    A sabiendas de que la localidad de Lombillo tuvo devoción a san Julián, a quien había dedicado una Cofradía y un hospital (de Nuestra Señora y de San Juliano), puede plantearse que este santo obispo sea, en realidad San Julián, si bien en las iglesias del entorno también se han localizado retratos de San Blas y San Nicolás. Es una imagen correcta, con ciertas concomitancias con la de Santiago Peregrino, por lo que su cronología será anterior a la del propio retablo. Su efigie no presenta novedad alguna respecto a la común en la dignidades eclesiásticas, con alba, estola, capa pluvial y mitra con ínfulas. Con la mano izquierda sujeta un libro cerrado y con la derecha un báculo, al que se le ha repuesto parte del varal. Muestra rostro despejado, de facciones blandas y mira al frente. Lamentablemente su policromía está deteriorada y bastante sucia, lo que no contribuye a poder apreciar al talla en su toda su dignidad.
  • Virgen de la Encarnación

    Si nos atenemos a la descripción qu de la misma hace Voces Jolías, esta imagen sería una Virgen de la Encarnación (titular de la ermita), cuya extraña pose sería la recibir el Espíritu Santo, de hinojos y con las manos extendidas. En efecto, se arrodilla sobre una especie de nubes, arremolinándose su manto a ambos lados del cuerpo. Flaquea el maestro en el tratamiento de los plegados, siendo los de la túnica paralelos y anodinos. El rostro, redondeado y de facciones regordetas, resulta también bastante inexpresivo, ciñéndose por una toca blanca que cae por delante y por detrás de los hombros. Su policromía, a base de motivos vegetales y rocallas, comulga perfectamente con la cronología de la talla, por lo que serán coetáneas.
  • Santiago el Mayor

    La mejor escultura del retablo mayor de Lombillo es este Santiago Peregrino, ubicada en la hornacina lateral izquierda. Vista el característico atuendo romero, con túnica ceñida, manto que le cubre hasta los tobillos y sombrero de ala ancha. Además, muestro los atributos habituales del santo: pies descalzos, libro abierto en su mano izquierda, bordón en la derecha y concha en el frente del sombrero. Su rostro, enjuto, comulga con la anatomía magra del personaje, que luce barba y larga melena. Su composición general es elegante, llamando la atención especialmente lo marcados pliegues del frente del manto, con ciertas reminiscencias tardogóticas.