Sobre mensulilla y bajo venera, el profeta Jeremías, ligado a la Pasión, luce corta barba y se toca con un sencillo sombrero. Sorprende el cruce de sus piernas, en sentido contrario al de sus brazos. De su mano derecha pende una filacteria inscrita que lo identifica, PROPHETA IEREMIA.
El manto se anuda con un curioso nudo sobre su hombro izquierdo.
La figura acusa una pronunciada torsión, acentuada por los pliegues de la filacteria.
Sobre mensulilla y bajo venera, el profeta Daniel, ligado a la Pasión, luce barbado y con gran turbante. De su mano izquierda pende una filacteria inscrita que lo identifica, en la que se lee tan solo DANIEL, seguramente precedida por la palabra PROPHETA.
El manto se anuda con un curioso nudo sobre su hombro izquierdo.
Alterada por el cajeado que en una reforma de la cerraja se le hizo, se incidió una custodia de amplia basa, pie abalaustrado, flamígero viril y una cruz de calvario en su interior. La figura ocupa la portezuela en toda su altura.
En una arquitectura formada por una hornacina flanqueada por pilastrillas que sostienen un frontón triangular, se destaca el relieve de la Resurrección sobre fondo avenerado.
Cristo, sobre el sepulcro y con nimbo dorado, se presenta victorioso, con los sayones que le custodiaban a sus pies. Su mano sostiene el estandarte de la victoria.
Figura estofada en bulto redondo que muestra a un San Pablo de pie, barbado e incipiente calvicie, como es costumbre. Se atavía con vestido y manto, con complicadas vueltas. Su mano izquierda sostiene un libro cerrado y la derecha (ambas sobredimensionadas) una gran espada de la que se ha perdido la hoja .
Figura estofada en bulto redondo que muestra a un San Pedro de pie, barbado y con amplias entradas. Se atavía con vestido y manto y porta dos grandes llaves que sostiene con ambas manos.