Pequeño retablillo hornacina de estilo barroco, fabricado para ex profeso para la capilla que ocupa dada su curiosa morfología. Se compone de banco corrido y un único cuerpo con columnas salomónicas. La parte central del retablo va ocupada por una gran hornacina rectangular que llega hasta la bóveda. Los escasos huecos que quedan alrededor de ella se llenaron de guirnaldas doradas. Su policromía a base de colores rojos, azules, y dorados, con presenta de marmoleados parece la original del conjunto.
Presenta dos partes: superior, donde se encuentra la sujeción y la parte inferior (el vaso). Ambas partes se sujetan por tres largas cadenas de eslabones.
Imagen vestidera (de bastidor) aislada, de factura popular, a la que únicamente se tallaron manos y cabeza, Su mirada ensimismada denota las limitaciones del artista.
Los ojos son de vidrio.
El Niño es repuesto, no perteneciéndole en origen, por tanto.
Campana de perfil esquilonado. Su tercio se decora con dos parejas de cordones, y el medio pie con otros tres. En el medio se exhibe una cruz de calvario (con seis gradas) compuesta con moldes de estrellas de cuatro puntas. Conserva el badajo. El yugo es de madera, meritorio, con sus herrajes.